Temblores en la casa de los zifiosLa zona de El Hierro donde se está produciendo la actividad sísmica y volcánica es el hogar de un centenar de zifios como los de esta fotografía.
Javier Darriba / Las Palmas de Gran Canaria
La zona que tiembla es la casa de los zifios. El lugar escogido por el magma para escapar del corazón de la Tierra es uno de los lugares más importantes de Canarias para este tipo de esquivos cetáceos y, sin duda, una de las áreas con mayor concentración costera de zifios de todo el planeta.
Estos animales fueron conocidos por los canarios cuando sus cuerpos aparecieron flotando sin vida en las costas de Fuerteventura y Lanzarote como consecuencia de varias maniobras militares.
Las condiciones para estos mamíferos de hábitos profundos son, en La Restinga, idílicas: grandes profundidades donde bucear para alimentarse y una costa cercana para buscar refugio y que crezcan sus crías. Por eso, los investigadores han detectado dos familias distintas que viven de manera habitual en esta zona: la del zifio de Blainville (Mesoplodon densirostris) y la del zifio de Gervais (Mesoplodon europeaus).
De la importancia de este enclave da fe la investigación realizada por la bióloga Natacha Aguilar de Soto al frente de la Universidad de La Laguna y en colaboración con el Instituto Oceanográfico Woods Hole de Massachusetts (EEUU) y la Universidad de Aarhus (Dinamarca).
Este grupo pudo marcar a varios zifios con unas marcas digitales, adheridas a su cuerpo por ventosas, que permitieron descubrir por vez primera el patrón de buceo de estos cetáceos. También en aguas de El Hierro se grabó por vez primera el canto de estos animales.
Los científicos estiman que la población residente de zifios en la zona de La Restinga podría rondar los 140 ejemplares, aunque algunos expertos creen que pueden haber emigrado como consecuencia de los temblores. Así lo cree el presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (Secac), Vidal Martín, quien afirmó ayer que «la actividad volcánica es causa suficiente para irse y es posible que estos fenómenos afecten a su distribución».
El especialista canario, que acaba de incorporarse al grupo de expertos de fauna marina del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de España, asegura que en la zona de El Hierro afectada por la actividad volcánica es también importante por la presencia de otros cetáceos como calderones y delfines, aunque recuerda que «ahí, lo realmente interesante, son las poblaciones de zifio».
De la misma opinión es Manolo Carrillo, de Tenerife Conservación, quien señaló que «es uno de los pocos puntos en los que se puede ver zifios con cierta frecuencia y cerca de la costa, debido a la gran profundidad que hay».
Desde una perspectiva más teórica, los seísmos también pueden refutar una teoría en discusión que señala a este tipo de situaciones como causante de la muerte de cetáceos.
El catedrático de Anatomía Patológica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Fernández, apunta en esta dirección. «Sin decir que no», aclara, «lo que está claro es que se ha producido un número importante de movimientos sísmicos y no se ha detectado el varamiento de ningún animal, ni se ha visto ninguno muerto flotando».
Tiburones y yubartas
Las aguas del Mar de Las Calmas son también el lugar donde alguna especie de tiburón de profundidad, como el sarda o solrayo (Odontaspis ferox), acude de manera esporádica a parir. Aunque su presencia ha sido identificada en unas pocas ocasiones, en todos los casos se ha tratado de hembras preñadas. Este tipo de tiburón puede llegar a medir cuatro metros de longitud y alcanzar un peso de casi 300 kilos.
Pero es que, además, esta zona de El Hierro tiene también el honor de haber sido el primer lugar de Canarias en el que se produjo el avistamiento de una yubarta (Megaptera novaeangliae), según informó Manolo Carrillo, de Tenerife Conservación. La yubarta es un coloso del mar con 17 metros de longitud y casi 40.000 kilos de peso.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=233150